La carrera ha terminado y es hora de hacer balance del resultado. Los objetivos se han cumplido con creces, hemos llegado todos a meta y casi todos hemos bajado nuestras marcas.
Como era de esperar, Carmen, Graciano y Jaime, que se doparon con las tostadas del desayuno consiguieron sus objetivos: mejorar tiempos o hacer su primera carrera larga.
Eugenio, Palma y Los que se fueron a Navalmoral el día de antes también consiguieron sus objetivos de marcas, cosa lógica si se tiene en cuenta que estaban más descansados, pues se levantaron casi a las diez de la mañana y, como deportistas responsables que son, se fueron a dormir “bien temprano”.
Lo de Carlos es sorprendente, en pocos meses ha bajado su marca casi media hora. Y sin dormir.
Inma… bueno, Inma es Inma, ya se sabe. Sus primeras palabras tras llegar fueron para Salva, toda una muestra de cariño.
Para mí, es el primer medio maratón que acabo a gusto, aunque con las manos tan congeladas que fui incapaz de abrir la lata de fanta que nos dieron.
Y tras la carrera, turismo gastronómico, como es habitual en los largos desplazamientos. La comida la hacemos en “La Troya”, en la Plaza Mayor de Trujillo, cuna de Francisco de Pizarro y un pueblo digno de conocer con más detenimiento.
(Un inciso. Para quien no conozca Extremadura en general y Cáceres en particular, se lo recomiendo. Para empezar sugiero un fin de semana visitando Guadalupe y Trujillo, aunque hay otros muchos viajes que merecen la pena, ya os contaré. Se acabó el inciso).
Bueno, pues tal como esperaba, la comida no me defraudó y confirmó mis sospechas: Ahora se trata de recuperar todas las energías que se han perdido. Que si un plato, que si otro plato, que si voy a repetir, que si a ver esto como está, que si eso a qué sabe, que si qué bueno está el pan, que si cómo va a sobrar este poquito… y luego el postre. Y hay quien también repite postre.
Son las siete de la tarde y después de trece horas vuelvo a casa. Lo reconozco, lo he pasado estupendamente y desde ya me apunto para la del año que viene.
Pero sigo acordándome de Graciano (padre… o abuelo): ¡Para qué me habré metido yo en esto!
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Como era de esperar, Carmen, Graciano y Jaime, que se doparon con las tostadas del desayuno consiguieron sus objetivos: mejorar tiempos o hacer su primera carrera larga.
Eugenio, Palma y Los que se fueron a Navalmoral el día de antes también consiguieron sus objetivos de marcas, cosa lógica si se tiene en cuenta que estaban más descansados, pues se levantaron casi a las diez de la mañana y, como deportistas responsables que son, se fueron a dormir “bien temprano”.
Lo de Carlos es sorprendente, en pocos meses ha bajado su marca casi media hora. Y sin dormir.
Inma… bueno, Inma es Inma, ya se sabe. Sus primeras palabras tras llegar fueron para Salva, toda una muestra de cariño.
Para mí, es el primer medio maratón que acabo a gusto, aunque con las manos tan congeladas que fui incapaz de abrir la lata de fanta que nos dieron.
Y tras la carrera, turismo gastronómico, como es habitual en los largos desplazamientos. La comida la hacemos en “La Troya”, en la Plaza Mayor de Trujillo, cuna de Francisco de Pizarro y un pueblo digno de conocer con más detenimiento.
(Un inciso. Para quien no conozca Extremadura en general y Cáceres en particular, se lo recomiendo. Para empezar sugiero un fin de semana visitando Guadalupe y Trujillo, aunque hay otros muchos viajes que merecen la pena, ya os contaré. Se acabó el inciso).
Bueno, pues tal como esperaba, la comida no me defraudó y confirmó mis sospechas: Ahora se trata de recuperar todas las energías que se han perdido. Que si un plato, que si otro plato, que si voy a repetir, que si a ver esto como está, que si eso a qué sabe, que si qué bueno está el pan, que si cómo va a sobrar este poquito… y luego el postre. Y hay quien también repite postre.
Tras las fotos de rigor delante de la estatua de Pizarro, el viaje de vuelta.
Son las siete de la tarde y después de trece horas vuelvo a casa. Lo reconozco, lo he pasado estupendamente y desde ya me apunto para la del año que viene.
Pero sigo acordándome de Graciano (padre… o abuelo): ¡Para qué me habré metido yo en esto!
3 comentarios:
Sigue corriendo, y sobre todo sigue contándolo así.
Me dáis envidia.
No has podio narrarlo mejor Jose,yo digo lo que Antonio , sigue contandolo así..... me ha encantado.
Y si la verdad es que nos lo pasamos muy bien, a pesar del dichoso frio.
yo tambien me apuntoooooo,,, sobre todo a las tostadas!!!! jajajajajj que bien me sentoooo jijijiji solo que las podian aber kemado un pelin menos jajajajja
En general el viaje de lujo y la carrera tengo qeu decir que la disfrute muchisimo creo que demasiadoooo jajajajajajjajajaja pero entre con mi compi de fatigas que era el objetivooooooooo!!!!!!
Enhorabuena compañeroooo proximo objetivo Puente Genil pero antes a por la san silvestreee jajajaja a disfrutarla tambien.
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